domingo, 30 de enero de 2011

A brother may don't be a friend, but a friend, will always be a brother

Dicen que no puedes escoger a tu familia. Que aceptas la que el destino elige para ti, y te guste o no, la quieras o no, la entiendas o no, la aceptas hasta el fin de tus días.
Pero yo no estoy de acuerdo con eso. La familia en la que naces no es más que un punto de partida. Son quienes, mejor o peor, te guían en tus primeros pasos, en tus primeras palabras y en tus primeras experiencias. Pero luego creces, aprendes, y entonces eres tú quien elige.
Y no creo que familia sean sólo aquellos con los que compartes sangre. No, nada de eso. Familia son todos aquellos que te hacen crecer día a día. Con quienes compartes risas, lágrimas, sueños y decepciones. Son los que siempre están ahí, y siempre perdonan, por mucho daño que hagas. La auténtica familia, es la que tú eres capaz de elegir, los que te demuestran que lo merecen. Familia son los que nunca se sienten decepcionados, porque no hay expectativas. Los que te apoyan en cada una de tus ideas, por extravagantes y alocadas que lleguen a ser. Los que por ti, hacen sangre si es necesario. Los que te dan uno, no, mil y un motivos para sonreír cada mañana, y los que convierten cada mal momento en algo que merece ser recordado por siempre.
Sí, hablo de mis amigos. De esos a los que no les importa si son las cinco de la tarde, o las tres de la mañana, porque estarán ahí, siempre que haga falta. Son los que no fallan, los que consiguen hacer que sonría en cualquier momento. Esos que me dejan equivocarme, pero siempre están ahí para recoger los pedazos cuando caigo de golpe, que suele ser siempre. Ellos, son los que a mi me hacen seguir adelante cada día.

 ~Triss

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