domingo, 28 de octubre de 2012

The end

El mismo escenario, la misma obra. Distintos personajes. El mismo odioso sentimiento de siempre. Sentir que te pierdo, y que contigo se ha ido una parte de mí. Sentir que cada vez quedan menos trozos en mi interior, que he repartido demasiado de lo que soy; tanto que ya casi no queda nada de lo que un día conociste.
Y otra vez, un cambio de escena. Se cierra el telón y se abre de nuevo. Segundo acto. Y ahora todo es distinto, pero a la vez es más lo mismo que nunca. Pero tú ya no eres tú, y yo dejé de ser yo hace tanto que de nosotros tan solo queda un tenue recuerdo.
Cambiamos el decorado, otra vez. Volvemos al principio. Volvemos a no saber a dónde ir. Vuelvo a no saber qué decir.
Vuelvo a escribir, por más que odie hacerlo así. Pero esta obra necesita un final, y parece que ya no queda tiempo para otro cambio de papeles.
Vuelvo a perderte, vuelvo a perderme. Pero esta vez sé dónde encontrarme. O más bien, dónde no quiero encontrarme.
Los diálogos nunca estuvieron tan vacíos como ahora, las palabras nunca tuvieron tan poco sentido. A mis emociones nunca les costó tanto dejarse resbalar entre las teclas. A mí nunca me dolió tampoco cambiar de camino.
Tercer acto; el último. Mis manos tiemblan como nunca, o como siempre, según por dónde lo quieras mirar; mis latidos retumban en algún lugar de mi cabeza, pero me niego a escucharlos. No hay ninguna voz apuntándome para que no olvide volver a buscarte de nuevo. Esta vez no me tiembla la voz al terminar mis frases.
Se cierra el telón, sin dejar ni una rendija. La actuación ha terminado. Última sesión. Se acabó el espectáculo. Pero esta vez, te has quedado fuera del reparto. No hay más audiciones.

~Triss