domingo, 7 de julio de 2013

Ya está todo gritado, mejor pa' el corazón.

He vuelto a las noches de humo, insomnio y ausencias. He vuelto a ese vacío que casi había llegado a pensar que no volvería sentir. A echar de menos las risas, los silencios, tu presencia. He vuelto a pensar cómo hubiesen sido las cosas si yo fuese un poco menos yo, y tú fueses un poco menos tú. Aunque claro, cómo se podría esperar que fuésemos nosotras entonces.
He vuelto a la necesidad de escribir para cambiar de libro, de cerrar puerta, abrir ventanas y aceptar los cambios. Aunque yo siempre he dicho que los cambios al final, nunca traen nada bueno.
Podría repetirme que estoy mejor sin ti tantas veces que terminase creyéndomelo, más por aburrimiento que por otra cosa, pero sería mentira. Lo cierto es que mi vida sigue siendo el mismo caos de casualidades que ha sido siempre, sigo temiendo a los planes más que nunca y todavía no le he encontrado sentido a mis pasos.
Aunque quizá ese fuese el problema, que sólo tuvimos planes, y después ya no nos quedó nada que nos mantuviese unidas. Quizá el problema fuese yo y mis expectativas. Quizá fue cosa de mi poca paciencia, o de tu poca empatía. Quizá el problema simplemente fuese ese asqueroso equilibrio que no permite que dos cosas buenas puedan pasarme al mismo tiempo.
Pero el caso es que aquí estoy, sin poder evitar mirar al pasado, sin poder evitar todos los buenos momentos que vivimos cuando las cosas eran más fáciles y el futuro me parecía menos oscuro.
Podría decir que no te echo de menos, que he superado todo esto, que nada me importa ya. Pero en realidad, eso tal vez solo lo creyeses tú.
También podría decir que quiero que vuelvas, que desearía volver a empezar, pero, en realidad, tantos golpes me han hecho aprender que por más que lo intentes y más que te empeñes en cambiarlo, nadie puede luchar contra el destino.

~Triss