domingo, 29 de mayo de 2011

Disconect of reality

Digamos que lo di todo por ti. Digamos que me bebí los mares, los vientos y los océanos por tu atención. Digamos que me perdí a mi misma por encontrarte a ti. Digamos que me enamoré. Y digamos que a ti te lo contaron, y te divertiste a mi costa. Digamos que jugaste a dos bandas y yo me enteré. Digamos que no te mereces ni un saludo, aunque sea incapaz de despegar mi mirada de la tuya. Y digamos que ahora que yo no te presto atención, tú vienes tras de mí.
Y ahora vamos a suponer que esta noche voy a ser fuerte. Que voy a ser capaz de clavar mi mirada en la tuya y no sentir nada. Hoy voy a beberme hasta las copas de los árboles, pero ni una sola de tus palabras. Voy a tomar de todo menos decisiones. Y no quiero ni una de tus miradas, ninguna de tus promesas vacías. 
Esta noche va a ser mía, la realidad no va a poder conmigo, porque pienso comérmela pedazo a pedazo. Voy a desconectar del mundo, a apagar los sentimientos y a dejarme llevar. Y esta noche, que le den al amor.Voy a dejar que mi cuerpo decida, y a desacompasar mis pasos de los tuyos. Hoy vas a dejar de ser mi mundo. Voy a abrir mis horizontes. Hoy aceptaré, por fin, que la vida está llena de oportunidades, y que tal vez alguna sea mejor que tú.¿Y sabes qué? He decidido probar cada una de ellas, hasta borrar el rastro de tus caricias en mi piel.
                                                                                                                                                     ~Triss

viernes, 27 de mayo de 2011

This night is mine!

Hoy es el día que comienza nuestra historia para el mundo. Hasta ahora sólo hemos contado para nosotros mismos, y para nuestros padres. Hoy eso va a empezar a cambiar. Ya no importarán solo las notas. Desde ahora contará mucho más que eso. Contaremos como personas. Decidiremos por nosotros mismos. Hoy nos convertiremos en ciudadanos del mundo, aportaremos algo a la sociedad. Esta noche nos graduamos, y cerramos otra etapa de nuestra vida. Una etapa que creo que ninguno de nosotros querrá olvidar.
Después de esta noche, nuestros caminos se separan. Algunos estudiaremos, otros trabajaran, y quizá haya alguien que se atreva a perseguir un sueño. Cada uno elegirá su destino, aunque eso implique alejarse de los demás. Pero por mucho que nuestros caminos se separen los lazos que hemos creado durante el tiempo que hemos estado juntos no podrán ser borrados aunque pasen los años.
Empezamos el instituto siendo unos niños y pensando que nada cambiaría. Con cada nuevo curso nos dim
os cuenta de que nos habíamos equivocado, de que nada se mantenía igual. 
Nuestra vida se fue complicando conforme comprendíamos a qué nos estábamos enfrentando. Pero salimos adelante. Conseguimos llegar hasta aquí.
Estos años todos hemos aprendido más que matemáticas, historia o biología. Cada profesor, además de su asignatura, nos ha enseñado a ordenar nuestros valores, y a asumir la responsabilidad de nuestros actos. Día a día, hemos aprendido a ser personas adultas.
Los años que hemos pasado aquí, conociéndonos unos a otros, y descubriendo cómo somos nosotros mismos, dándonos cuenta de lo duras que la vida y la convivencia pueden llegar a ser, han sido los que nos han hecho madurar, descubrir nuestros límites y aprender a superarlos. Este tiempo ha hecho de nosotros quienes somos ahora. Porque tras cada caída, nos levantamos siendo un poco más fuertes. Con cada golpe aprendimos una nueva finta. Tras cada discusión entendimos el valor de la diplomacia y la importancia de defender nuestras ideas. Con cada reto aprendimos que si deseas algo, debes luchar por alcanzarlo, y con cada batalla ganada descubrimos el valor del compañerismo. Cada derrota nos hizo comprender que rendirse nunca debe ser una opción, que la única causa perdida es la que se abandona, y que la batalla no está perdida mientras quede alguien luchando por ella. Hoy creo que todos estamos de acuerdo en que ha merecido la pena.
Pero las paredes de este instituto han sido testigos de muchas cosas más. Han presenciado amistades que marcarán nuestra historia, secretos que algún día recordaremos con una sonrisa, discusiones, risas, nervios, dudas, lágrimas y rumores. Han sido testigos de primeros amores, y de los que han llegado después, pero también de desilusiones y desengaños. Nos han visto compartir exámenes, apuntes, experiencias y quejas, pero sobre todo, han visto como compartíamos una ilusión común: llegar a ser quienes queremos ser.
En cada uno de los rincones del IES Gaviota queda una parte de nosotros, un retazo de nuestra existencia y una huella de nuestro paso por aquí. Y dentro de nosotros siempre quedará cada recuerdo y cada momento vivido.
Ahora nos toca enfrentarnos a la realidad, y queda la parte más difícil. Toca permanecer atentos a todas las posibilidades y estar dispuestos a aceptar la vida, el amor, los cambios, la responsabilidad y las posibilidades que la vida nos ofrezca. Y yo estoy aquí, dispuesta a aceptar eso y mucho más. Porque si hemos sido 
capaces de llegar hasta aquí, ahora conseguiremos todo lo que nos propongamos.
 ~Triss

miércoles, 11 de mayo de 2011

Ya me cansé de buscar donde no hay

Me has engañado, ignorado, hundido, ilusionado y vuelto a engañar. Y yo te sigo queriendo, pero ya había dejado de buscarte. Me había rendido, aunque fuese incapaz de despegar mis ojos de ti. Pero has vuelto a hacerlo. Ahora que me he rendido, vuelves a mi. Quizá no sea por mi, y es que a ella ya no le interesas, o tal vez tu desmesurado ego no puede aceptar perder una seguidora. Pero el caso es que aquí estamos otra vez, en este interminable tira y afloja que a mi empieza a cansarme bastante. Y va a acabarse muy pronto. Tan pronto como yo me vaya de aquí y tus huecas palabras y tus besos vacíos se conviertan en una sombra más de mi ya oscuro pasado.
Pero por más que yo repita que no me importas, por más que consiga hacerte creer que no te quiero, que me da igual, sé perfectamente que no es así, y que esa sombra de mi pasado seguirá mucho tiempo susurrándome todo lo que podríamos haber sido y jamás llegaremos a ser.

                                                                                                                                                       ~Triss

martes, 3 de mayo de 2011

Come what may...


Todo el mundo habla del amor, y de la ilusión, como sentimientos que hacen que todo sea mejor. Que las cosas vayan bien. Todos hemos escuchado alguna vez a Leonardo DiCaprio en Moluin Rouge diciendo que lo más bello que puede pasarte en la vida es que ames, y seas correspondido.
Pero él no habló de cuando no es así. No dijo nada del lacerante dolor que te atraviesa y te deja sin aliento cuando, tras haber sido capaz de vencer tus miedos, empujado por las circunstancias o por la ilusión de que se haga real, pronuncias esas palabras que pueden cambiarlo todo, y la respuesta no es la que querías escuchar.
Tampoco habló de  lo que sientes cuando te ilusionas una vez tras otra, cuando te aferras a una palabras, una mirada o una promesa vacía, y luego descubres que tan sólo te estabas sosteniendo en un castillo en el aire, que desaparecerá con la más mínima brisa.
Tal vez el amor sea como todos dicen, y  lo que pasa es que yo aún no lo he encontrado. Quizá algún día creeré que todas esas películas con su predecible final feliz pueden ser realidad, y puede que algún día yo viva mi propio cuento de hadas. Pero sé que no será esta vez, y tampoco será con él. Por más que yo quiera tener esperanza y mantener la ilusión de que aunque hoy sea un no, eso no quiere decir que mañana no pueda ser un sí, sé que no va a ser así.
Aunque claro, eso no evita que mis ojos brillen si él me mira, ni que yo tiemble cuando me habla.

lunes, 2 de mayo de 2011

Waiting...

Hola, soy yo otra vez. La misma chica estúpida y enamorada de todos los días. La que ya no sabe qué va a hacer con su vida. Sí, ¿me recuerdas? Soy esa que se bebe tus palabras como si no necesitase más para sobrevivir, la que se sabe de memoria el ritmo que marcan tus pasos al acercarse y la que ha aprendido a desentrañar cuál es tu estado de ánimo opr el brillo de tus ojos y el ángulo de tus cejas. Esa que conoce tus manías mejor que nadie, pero que aún es incapaz de seguir el curso de tus pensamientos.
La que es capaz de descubrir si tus promesas son reales o tan sólo un juego más por el tono casi invariable de tu voz. La que se ha quedado si recursos ante tu abrumante pasividad.
Sí, esa que ahora debería estar durmiendo, o al menos intentándolo, pero no es capaz de dejar que estas palabras se desmadejen en sus enmarañados sueños.
Soy esa estúpida chica con la que juegas, esa a la que poco a poco vas destruyendo con silencios y miradas esquivas. La que ya no llora por ti, por la simple razón de que no le quedan más lágrimas que derramar. La que golpea las paredes tras cada ilusión que desaparece, tratando de ahogar el dolor que la anula por dentro.
Exacto. Esa que sé que sabes que te quiere como nadie lo ha hecho. La que hace tiempo que dejó de luchar, pero no puede despegar los ojos de ti.
Soy esa perfecta idiota que sin saber cómo ni por qué se ha enamorado de ti. La que aún sigue esperando la oportunidad que aseguraste que todos se merecen.

domingo, 1 de mayo de 2011

Él... otra vez

Puedes ignorarme, huir de mis palabras y darme la espalda las veces que quieras, mi mirada seguirá vagando tras cada chaqueta roja que crea vislumbrar.
Puedes despreciar mis sentimientos, hundir mi orgullo y jugar con mis ilusiones, pero mis pasos caminarán irremediablemente tras los tuyos.
Puedes escucharla a ella antes que a mí, creer sus palabras y no las mías, hacer oídos sordos a mis explicaciones, pero yo seguiré intentándolo una vez tras otra.
Y sí, no soy estúpida y se perfectamente que no va a servir de nada. Que frente a ella, yo no tengo nada que pueda hacer que te fijes en mi. Se que no soy más que una loca inmadura que cambia de humor a cada instante. Se que no hay nada en mí que pueda igualarme a ella, pero ¿sabes qué? Yo te quiero, y en eso ella nunca logrará igualarme. Porque te quiero tanto que no me importa el tiempo que tenga que esperar para lograr cruzar tan solo una mirada contigo. Tanto que no me importa que juegues conmigo una vez tras otra, que me da igual saber que volverás a hacerme daño, que cuando te canses de hacer que me ilusione, y que me brillen los ojos cuando te  veo en la puerta al salir de clase, yo volveré a estar tan abajo como siempre, y tu seguirás genial, buscando alguien más con quien jugar. Yo seguiré intentando llamar tu atención de cualquier modo, y tu seguirás escuchando esas voces que te instan a alejarte de mi. Pero al final, siempre acabas volviendo. No se como, ni porqué, ni qué es lo que buscas, pero siempre vuelves… y yo, pese a todo el daño que ya me has hecho, siempre sigo aquí.
~Triss