sábado, 31 de marzo de 2012

Eterno Retorno

Nietzsche defendía la idea de un tiempo circular. Afirmaba que, tarde o temprano, las épocas se repiten, que siempre volvemos al principio. Mi profesor de psicología considera que es algo innato en el ser humano tropezar una y otra vez con la misma piedra. Que estamos programados para volver a tomar las mismas decisiones una y otra vez, pese a conocer de antemano dónde vamos a terminar. Y que es inevitable, que no importa cuanto intentemos cambiar, porque no lo conseguiremos, que son nuestras primeras experiencias las que definen todas las que vendrán después.
Por mi parte, yo no sé muy bien qué debo pensar, o qué teoría creer. Lo que sí sé a ciencia cierta es que aceptar que algo superior a nosotros nos determina hace la existencia muy triste. Porque no tiene sentido intentar cambiar algo que nuestros genes definieron antes de que naciese nuestra conciencia. No tiene sentido intentar cambiar aquello que nos hizo tropezar, si en cualquier caso, nuestro inconsciente nos va a llevar al mismo sitio que siempre. Si eso fuese cierto, sería mucho más sensato dejar de esforzarse, conservar nuestra energía y ver cómo la vida pasa a través de nosotros, pero sin llegar a implicarnos nunca. Porque de todas formas, nada va a cambiar.
Pero resulta que las cosas sí que cambian. Y de pronto te das cuenta de que aquello a lo que te aferraste hace un año, ahora ya no es más que un recuerdo que flota en tu mente en algunas ocasiones, de que esos encuentros fortuitos que antes tanto temías, ahora son algo que tan sólo te hace pensar en que las cosas cambian demasiado rápido, y de que esa situación en la que te aterrorizaba encontrarte ahora es algo tan común, que casi se ha convertido en una costumbre.
Vas descubriendo dónde está cada piedra, cómo esquivar cada bache. Comprendes que tropezar una vez es casualidad, hacerlo dos es una putada, pero la tercera vez que tropiezas ya es una decisión. Y tú decides cuando cambiarla.
Tal vez Nietzsche y mi profesor tengan razón, y puede que lo más sensato sea no intentar cambiar lo que ya está escrito, pero tal vez ellos nunca consiguieron quitar ese enorme pedrusco que les impedía avanzar, y en su lugar se quedaron sentados al lado del camino, esperando a que el paso del tiempo acabase por reducirla a polvo.
Y te das cuenta de que hay piedras tan grandes que por más tiempo que pase, no llegan a erosionase. Y entonces, eres tú quien decide si acampas al lado del camino y renuncias a lo que hay detrás, vuelves a tropezar, o, simplemente, echas la piedra a un lado y sigues caminando.

#Triss

martes, 27 de marzo de 2012

Déjalo estar...


Cuando estaba en octavo tuvimos que leer Romeo y Julieta en clase, luego, para subir nota, la profesora nos hizo actuar cada escena. El chico más popular era Romeo y ¿cómo no? El destino decidió que yo fuese Julieta. El resto de las chicas de clase me tenian celos pero, yo me sentía diferente, le dije a la profesora que Julieta era idiota, para empezar, se enamora del único tío que sabe que no podrá alcanzar y luego culpa al destino por su propia mala elección, la profesora me explicó que cuando aparece el amor, hay veces que el elegir simplemente desaparece por la ventana. A los 13 años, yo lo tenía muy claro, el amor, como la vida, se basa en tomar decisiones y el destino no tenía nada que ver en ello, todo el mundo cree que es tan romántico... Romeo y Julieta, amor verdadero... que triste. Si Julieta era lo suficientemente tonta como para enamorarse del enemigo, beberse una botella de veneno y dormirse en un panteón... Se merecía lo que le ocurriera. Igual Romeo y Julieta estaban destinados a estar juntos, pero solo durante un tiempo y ya pasó. Si hubiesen sabido eso de antemano quizá todo habría ido bien. Le dije a la profesora que cuando creciera tomaría el destino con mis propias manos, no dejaría que un tío me deprimiera, mi profesora me contestó que tendría suerte si alguna vez sintiera ese tipo de pasión con alguien, y que si así era, estaríamos juntos para siempre. Todavía creo que, la mayoría del tiempo, el amor sí funciona con elecciones, se trata de dejar el veneno en la botella y crear tu propio final feliz, la mayoría de las veces. Pero a veces, incluso con las mejores elecciones y las mejores intenciones, el destino sigue ganando.
~Anatomía de Grey

I'm the blame.

Es una respuesta emocional tan compleja, que no serás capaz de explicarte. Una sensación irracional, sentimientos incontrolables. Una parte de ti que no sabías que existía o que nunca llegaste a aceptar del todo. Algo que había permanecido latente hasta que, de pronto y sin ningún motivo racional, sale a la superficie con la fuerza de un huracán.
Un sentimiento que hace que no seas capaz de pensar con claridad. Que echa por tierra todos los ideales que siempre defendiste contra viento y marea. Te hará plantearte quién eres realmente. Cuándo cambiaste, y sobre todo, por qué.
Porque en realidad, por más justificaciones que te empeñes en buscar, por más explicaciones que intentes encontrarle a la situación, al final debes aceptar que no hay culpables más allá de ti mismo.
Y te arrepentirás por todos y cada uno de tus actos, por haber permitido que el instinto aflorase en ellos. Aunque sabes que no tiene sentido y que no hay marcha atrás. Que ya no puedes deshacer lo que hiciste, que hay cosas que no van a arreglarse. Que queramos o no, hay puntos de no retorno.
Y que tampoco sirve de nada esconder la cabeza y tratar de escapar del mundo. Porque tal vez consigas alejarte de la gente y los comentarios, pero nada hará que te libres de tus recuerdos.
Y, en algún momento, hay que afrontar todos los actos que cometimos, porque los problemas no van a desaparecer como los sueños tras el timbre del despertador.
Y la  realidad es que la única forma de acabar con la culpa y los remordimientos, y desterrar a las pesadillas que te acosan cada noche es sacar de una vez los monstruos del armario y enfrentarlos a la realidad.
Y al final, no queda otra que confiar en que el destino y el karma tengan reservado algo bueno para ti esta vez. Aunque en realidad, sabes que no has hecho nada para merecerlo.
~Triss

martes, 6 de marzo de 2012

Zelfrealisatie

Ella sólo quería atreverse a ser valiente. A no bajar la cabeza, a dejar de tener los pies fríos. Acabar con ese miedo que frenaba su curiosidad. Quería abandonarse a las sensaciones, sentir para existir. No pensar, olvidar el mundo. Olvidar el miedo.
Porque ella ya estaba cansada de hacer lo correcto, de sentir lo correcto, y de pensar lo establecido. Estaba cansada de hacer tan solo aquello que los demás esperaban que hiciese.
Quería escapar, de todo. De las expectativas, de la incertidumbre, de las dudas que sabía que la acechaban, esperando a que todo acabase. Amenazando con pinchar esa burbuja de felicidad que se había formado a su alrededor. Esperando a que los recuerdos se convirtiesen en simples fantasmas que marcarían su pasado y, quien sabe, tal vez incluso su futuro.
Porque ella decidió hacer todo lo que quería. Ser todo lo que siempre quiso ser, pero su mundo y su cabeza nunca aceptaron. Esta vez, fue capaz de elegir o, más bien, de no hacerlo. Fue capaz de dejarse llevar, de sentir, de no pensar en lo que vendría después.
Porque se había dado cuenta, después de tanto tiempo, de que da igual lo que escojas, o como acaben las cosas, porque si puedes dormir por las noches, es que hiciste lo correcto. Y ella nunca había dormido tan bien como lo hacía entonces.
~Triss

jueves, 1 de marzo de 2012

La pirámide de Maslow

En el instituto, en cuarto curso, nos explicaron la teoria de un sociólogo, un tal Maslow, que decía que todos buscamos las mismas cosas en la vida, él lo llamo la jerarquía de las necesidades humanas.
Lo primero que buscamos es la supervivencia, la salud que nos permita seguir viviendo. Lo segundo es la seguridad, sentirnos protegidos, a salvo en nuestra casa. Despues esta el amor. Según Maslow, nadie puede vivir sin tener amor o sin buscarlo. La cuarta es el respeto, que los demas valoren lo que hacemos, nuestras decisiones, aunque nos equivoquemos. Le sigue la necesidad de entender, de conseguir explicar porque la gente toma decisiones que nos duelen.
La penúltima necesidad humana es la estética o espiritual, sentirnos parte de algo especial y único, el plan perfecto de nuestras vidas. Y la ultima, la autorealización, intentar encontrar nuestra auténtica naturaleza, lo que somos.
Hace cuatro semanas, dos dias y diecisiete horas que Lucas se marcho a Carolina para convertirse en agente del CNI. Maslow diría que esta llevando a cabo la séptima de las necesidades humanas, pero Maslow no tiene ni idea de lo que es despertarse abrazada a Lucas, asi que se puede meter su teoria por donde le quepa,porque lo único que buscamos todos en la vida, lo único, es ver a la persona que queremos cuando abrimos los ojos por la mañana...

#LosHombresDePaco