martes, 30 de agosto de 2011

Memories

Descubres que no puedes huir de tus recuerdos cuando el más simple gesto hace que se abatan sobre ti. Y da igual si los has encerrado  bajo siete cerraduras, y te has jurado pasar página, porque una llamada a horas intempestivas será suficiente para que vuelvas a perderte entre ellos.
Y nos guste o no, cada uno de esos recuerdos, por insignificante o doloroso que sea, forma parte de nuestra historia. Una historia que ya no puedes cambiar por más que quieras, pero que siempre podrás elegir como continuar. Una historia que nosotros constituimos a base de errores, ilusiones y sueños. Una historia compuesta de recuerdos, y la única en la que no importa el final, si no tan sólo cuánto has disfrutado escribiéndola. 
Así que deja de huir de tus recuerdos, pero tampoco te aferres a ellos como a un clavo ardiendo. Porque no está mal aprender del pasado, pero nunca, nunca debes permitir que condicione tu futuro. 
~Triss

You.

No necesito el restaurante más caro de la ciudad, me basta con tus besos. No quiero un regalo cada mes, me basta con tu sonrisa cada mañana. No necesito mil llamadas cada día, ni tampoco un mensaje cada hora, soy feliz sólo con saber que piensas en mí. No necesito que bajes el cielo a mis pies,  ni que me prometas las estrellas, porque una de tus miradas hace que camine a tres metros sobre ellas. No necesito visitar el resto del mundo, si sé que podré caminar de tu mano siempre. No necesito un ramo de flores esperando en mi puerta cada 14 de febrero, me basta tu presencia. No necesito un para siempre, me basta con el ahora. No necesito mil cumplidos, me basta con tu mirada. No necesito velas ni pétalos de rosa, ni tampoco París. No tiene que ser especial, sólo... tienes que ser tú.
~Triss

lunes, 29 de agosto de 2011

Adiós.

Genial, ahora los dos tenemos lo que queríamos. Yo tengo mi motivo, y a ti por fin voy a dejarte en paz. Aunque sea la excusa más mala y humillante que me han dado en la vida, voy a dejar de preguntarte qué he hecho para merecer tu silencio. Aunque nunca dejaré de preocuparme por ti, y las noches sin dormir no me las va a quitar nadie, porque las voy a pasar sola, recordando conversaciones sobre zombies, hecatombes o lo que sea. Aunque cada estado deprimente, cada comentario con doble sentido, y cada tema que llegue a leer harán que se rompa algo dentro de mí, como han hecho siempre. Porque yo voy a ser la misma persona, viva donde viva,  pero tú ya no eres el mismo que yo conocí hace mucho tiempo, sentados en las colchonetas de un gimnasio. Has cambiado, y lo entiendo y lo respeto. Al igual que respeto que no quieras saber más de mí, así que esta entrada no es más que un adiós que no estoy muy segura de si llegarás a leer. Aunque ahora mismo, no sé si tecleo yo o mi orgullo, porque, como siempre has hecho, has conseguido que vuelva a salir a flote. De todas formas, al final da igual qué parte de mí sea la responsable de estas palabras, porque sea cual sea, con ellas voy a cerrar otra etapa de mi vida. Y como siempre, voy a desechar todo lo malo, todas la veces que me has hecho sentir impotente, todas las noches buscando una explicación a tu comportamiento, y toda la rabia que sentí al encontrarla, y me voy a quedar con cada sonrisa que compartimos, cada broma que fue sólo nuestra, y cada conversación que me hizo ser mejor persona. Y, como siempre, no voy a girar la cerradura de esa puerta, porque nunca voy a dejar de creer en las segundas, terceras o incluso séptimas oportunidades, y puedes volver, si es que quieres. Pero no tardes demasiado, porque el reloj va en tu contra, y si permites que me marche puede que sea para cerrar esa posibilidad y no volver. Y tal vez cuando quieras recuperar a quien estás perdiendo, ya sea demasiado tarde.
Un placer conocerte, desde luego, pero creo que aquí es cuando te dejo vivir tu vida solo.
~Triss

domingo, 21 de agosto de 2011

Es malo cuando los amigos se convierten en enemigos, pero es peor cuando se convierten en extraños

Y exactamente, eso es lo que somos tú y yo ahora. Dos extrañas, inmersas en una guerra fría que ambas sabemos que no tendrá solución. Dos extrañas que ya no tienen nada que compartir ni que las mantenga unidas. Dos extrañas entre las que reina una silenciosa desconfianza, oculta tras unas perfectas máscaras, compuestas por risas y diversión, que algún día acabarán por resquebrajarse. Porque no se puede fingir eternamente, ¿sabes? Y algún día una de las dos se cansará de los comentarios mordaces y los recuerdos dolorosos que siempre sacas a la luz en el peor momento. Estuve dispuesta a darte la tregua que pediste, pero hasta para eso se necesita un poco de confianza, y tú ya no tienes ni una pizca de la mía, porque has demostrado demasiadas veces que no la mereces.
Así que tú puedes seguir fingiendo que te importa algo esto, yo seguiré fingiendo mis cumplidos. Sigue convencida de que hay algo que salvar, yo seguiré luchando en esta guerra, aunque no te considere una enemiga. Porque no tengo ningún motivo para temerte, ya no hay nada que tú puedas hacer y a mi me haga daño. Ya no eres más que otra extraña a la que un día llamé amiga.


~Triss

miércoles, 17 de agosto de 2011

I just don't belong here...

Cuando sientes que, hagas lo que hagas, no encajarás nunca. Que por más que te esfuerces en hacerlo, no perteneces al mundo donde te encuentras. Que no tienes nada en común con la gente que te rodea.
Cuando te das cuenta de que ya no compartes nada con las personas a las que un día llamaste amigas. Cuando las palabras comienzan a ser más incómodas que los silencios. Cuando ya no queda nada que salvar. Cuando todo deja de merecer la pena, y te abruma la soledad, incluso si estás rodeada de gente. Cuando llega ese momento  ¿Qué te queda?

~Triss

jueves, 11 de agosto de 2011

You have to get over it

No puedes vivir siempre lamentándote, estancado en una eterna mala experiencia Y mucho menos puedes usar eso para justificar tu estúpido e infantil comportamiento. La vida no es así, y ya va siendo hora de que lo aprendas. No sirve de nada ir dando lástima, ni que digan "pobre, lo está pasando mal". Eso no es una justificación, no arregla nada y no va a cambiar las cosas. Madurar, eso de lo que tanto hablas, consiste en saber pasar página, aceptar que algo terminó y sobreponerse. Que sí, que ya se que no se olvida, que te acostumbras. Pero hasta para eso hay que hacer algo. Necesitas querer acostumbrarte. Y, tal vez, necesitas algo de ayuda para eso, pero no la que te puede ofrecer un paquete de tabaco o un litro de cerveza, o lo que sea que te está convirtiendo en la amarga persona en la que hace tiempo que dejé de reconocer a mi amigo. A mi mejor amigo, que me hizo el mejor regalo de cumpleaños del mundo, aunque para él solo fuese "unas poquitas frases escritas de corazón". ¿Te suena? Porque a mí sí, muchas veces al día, para intentar convencerme de que merece la pena seguir intentándolo, de que esa persona no puede haber desaparecido tan rápido, y debe estar en alguna parte. Así que empieza a hacer algo, abre los ojos, y deja de una vez el dramatismo a un lado, porque no lo necesitas para nada. Crece, acepta la realidad. Que si algo duele, nada es para siempre. Y todo se supera, si quieres hacerlo, claro. Que un día malo no es pa' tanto por muy largo que sea. Recuerda todas esas frases que algún día dijimos, y vuelve a ser quien eras. Porque el mundo se está perdiendo una persona increíble, mientras que tú te dedicas a autocompadecerte y a destruir todo lo que tuviste.
~Triss

domingo, 7 de agosto de 2011

Where did I go wrong?

Yo tenía un amigo increíble, con el que podía contar a cualquier hora, y hablar de cualquier cosa. Un amigo que confiaba en mí, que me contaba sus problemas, y me dejaba intentar ayudarlo. Un amigo con el que tuve conversaciones que duraron horas, que me apoyó en mis épocas más oscuras, y aguantó mis días más negros.
Tenía un amigo que era capaz de sacarme una sonrisa en cualquier momento, que se preocupó por mis problemas, sin pedir nada a cambio. Un amigo al que no le importaba lo estúpidas que mis palabras fuesen, porque siempre las escuchaba sin una sola queja. Tenía un amigo por el que hubiese hecho cualquier cosa, por el que hice cualquier cosa, pero que ya no me deja ayudarlo.
Y sí, tenía, en pasado, aunque siempre he dicho, y siempre diré, que la amistad nunca muere ni cambia. Pero eso no pasa con las personas. Así que yo tenía un amigo, pero ya no puedo encontrarlo por más que busco. Porque donde antes había una risa, ahora sólo encuentro un comentario mordaz. Donde encontré comprensión, ahora sólo hallo indiferencia, y donde habitaba el cariño, ahora parece reinar el rencor. Y no sé en qué parte del camino se perdió mi amigo, ni donde ha terminado ahora. Tampoco sé quién es esta amarga persona que habla con su voz y me desprecia con sus palabras. Y lo peor de todo, no sé como hacer que vuelva. Porque no sé si puede oírme, o si quiere hacerme caso, pero yo lo echo de menos de una forma que nadie puede imaginarse. Porque echo de menos hablar de zombies a la una de la mañana, escuchar alguna paranoia que me haga reír hasta que me duelan las costillas los días que me levanto con el pie izquierdo, y que me convenzan de que puedo conseguir hasta lo que me parece más imposible.
Echo de menos a ese amigo al que consideraba parte de esa pequeña familia con la que comparto algo más importante que la sangre. Pero voy madurando, y aprendo a pensar de otra forma. Y ya casi he aceptado que por mucho que yo lo eche de menos, no volverá si no quiere. Porque en realidad, él no gana nada volviendo, salvo una tonta que cree en la amistad, y que en su nombre, es capaz de pasar cien noches en vela buscando una solución.
~Triss

sábado, 6 de agosto de 2011

Feel again

¿Sabes lo que sería genial?

Que tuviésemos los sentimientos a corto plazo. Así, cada vez que vieses a esa persona tan especial, podrías volver a sentir esa chispa que ilumina tu mirada. Cada beso, sería siempre como el primero, y las famosas mariposas nunca dejarían de revolotear en tu estómago. Cada caricia volvería a incendiar tu piel como la primera vez, y siempre, siempre sería igual de especial. Nunca se perdería la magia, nunca te acostumbrarías al timbre de su voz. Los te quiero jamás sonarían repetitivos, porque la adrenalina recorrería tus venas con cada cómplice mirada. Y si sale mal, tampoco importaría, porque de cualquier forma, mañana no recordarías el dolor, ni la añoranza por lo que tuviste y se acabó.
~Triss

lunes, 1 de agosto de 2011

I can't believe in second chances...

Sabes de qué me he dado cuenta, de que las oportunidades no son eternas, ni mucho menos. Ni tampoco son el producto de una serie de afortunadas casualidades, sino de pequeñas acciones que todos acumulamos, quizá por acción del destino, o tal vez por algo mucho más importante, mucho más fuerte, por acción de un motor capaz de mover el mundo por sí mismo: el motor amor.
Pero yo he descubierto que las oportunidades hay que aprovecharlas, no puedes esperar eternamente a la siguiente ocasión o al siguiente momento perfecto, porque tal vez no haya una próxima vez. Quizá para la próxima alguno de nosotros ya se haya cansado de esperar, o tal vez sea culpa del inexorable tiempo que, granito a granito, va agotando todas nuestras ocasiones. Y no vuelven, por mucho que nos arrepintamos de no haberlas aprovechado y lamentemos todo el tiempo que hemos perdido buscando el instante adecuado. Un instante que en realidad no era necesario; porque el momento más oportuno, el que verdaderamente será perfecto e inolvidable, será aquel en que seas capaz de abrir los ojos y volver a creer que te mereces todas las oportunidades que el destino quiera brindarte, y, sobre todo, cuando aprendas a aprovechar cada una de ellas y a disfrutarlas como si fuesen las últimas, porque tal vez lo sean.

                                                                                                                                                          ~Triss