jueves, 10 de marzo de 2011

Kissing frogs?

Y al fin ella dejó de ser una soñadora. Abrió los ojos y dejó de creer en lo cuentos de hadas. Aceptó que ningún príncipe azul llegaría a salvarla para llevarla a su magnífico castillo, y que tampoco iba a encontrar ninguno besando ranas. Pero también descubrió que no lo necesitaba. y comprendió, por fin, que caminar sobre seguro está sobrevalorado y que los riesgos tienen su encanto. Sabía que muchos no la comprenderían y la juzgarían sin piedad. Sabía que hablarían de ella. Pero no le importó. Porque era feliz, aunque en realidad no tenía nada.  Caminaba sobre la cuerda floja, sin red de seguridad, con la adrenalina disparada en todo momento. Siguiendo sus impulsos, ignorando su razón, que trataba de advertirla del peligro de la caída.
Había descubierto el encanto de las frases a medias, las indirectas continuas y los dobles sentidos en cada palabra. Había descubierto el interés de lo prohibido. Y sabía que lo que hacía se consideraba incorrecto, extraño e inexplicable. Pero le dio igual, porque eso era mucho más divertido que ir besando sapos.

~Triss

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