martes, 13 de diciembre de 2011

A happy ever after...

Supongo que era demasiado pedir un final feliz para nosotros. Que era mucho soñar con un cuento de hadas. Que mi asignación de fantasía y magia la agoté hace tiempo.
Supongo que era demasiado esperar que te convirtieses de pronto en la persona que siempre soñé que fueses. Quizá porque yo nunca he llegado a ser quien tú buscaste en mí.
Aunque yo nunca he sido de las que piden un príncipe azul que venga a buscarlas para llevarlas a un lujoso castillo. Yo nunca he querido ser una princesa, ni probarme un zapato de cristal.
Yo era feliz con un paseo por la playa una tarde de domingo, con el calor de tu mano sobre mi espalda y el roce de tus labios sobre mi pelo. Nunca he necesitado más que un poco de ti para sentir que todo está bien.
Pero era demasiado pedir que las cosas fuesen fáciles. Era demasiado soñar con que, está vez, todo saliese bien. Con que no nos haríamos daño de nuevo.
Demasiado, porque ni tú ni yo hemos podido nunca con esto, por más que nos empeñemos en intentarlo. Pero aún así, es una de esas veces en las que la esperanza me hizo creer que podría ser diferente. Que podríamos no cometer los mismos estúpidos errores de la última vez.
Y también era demasiado pedir que yo no acabase como siempre, hundiéndome poco a poco entre mis propios recuerdos.

~Triss

No hay comentarios:

Publicar un comentario