Anything has changed

No entiendo por qué siempre tienes que ser tan inaguantablemente bipolar. No entiendo esa costumbre tuya de ser adorable una noche, y castigarme con silencios una semana. No entiendo por qué tenemos que complicar siempre las cosas tanto. Por qué estirar el hilo hasta hacer que se rompa. Y tampoco entiendo por qué siempre soy yo la que tiene que quedar en pedazos luego. Y lo peor de todo no es eso, lo peor es que yo sigo aquí. Y soy incapaz de responder a tus comentarios cariñosos con la respuesta tajante que te mereces. Soy incapaz de ignorarte cuando finges que te importo, y no puedo alejarme de ti, por más distancia que ponga de por medio. Porque no sé que buscas, qué quieres o qué pretendes. Y tampoco qué estoy dispuesta a darte, ni hasta donde puedo aguantar. Porque ni siquiera tengo muy claro lo que siento, aunque a mi alrededor todo el mundo parece saberlo perfectamente.
Pero el caso es que sigo enganchada a tus palabras, igual que siempre. Sigo temblando ante el recuerdo de tus dedos sobre mi espalda, mis piernas siguen fallando al recordar el sabor de tus besos y sigo sonriendo como una estúpida al pensar esas palabras que sé que nunca oiré, y que en el fondo me muero por ser capaz de decir. Porque en realidad, ha pasado un año, pero seguimos igual que cuando esta locura empezó. Yo, acompasada a la cadencia de tus pasos, y tú tan imposible de descifrar como siempre.

~Triss