Y puedo asegurarte que echar de menos a quien está lejos de ti es malo, y duele horriblemente, pero echar de menos a quien está cerca es aún peor. Es algo que te abrasa, y que destruye lo más profundo de tu interior.
Cuando no puedes ayudar a quien está lejos, siempre podrás culpar a la distancia y a los malditos e infranqueables metros que os mantienen alejados; pero cuando no puedes hacer nada por los que están cerca, no hay nada ni nadie a quien puedas culpar, más que a ti mismo.
Y lo peor de todo, es que no hay nada que puedas hacer cuando la otra persona no te deja acercarte, y, al contrario, cada vez da un paso que lo aleja más de ti.
Nada, salvo, por supuesto, seguir echándolo de menos.
~Triss
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