martes, 29 de agosto de 2017

Que me duela más tu presencia que todas las grandes ausencias de mi vida es algo que nadie entenderá nunca. Y es que incluso yo sería incapaz de explicarlo si me preguntasen. Todos los escritores tienen una musa, y la mía es el hueco que dejas cada vez que decides marcharte cuando ni siquiera has llegado a aparecer del todo. Hace tiempo decidí haberte superado, y me lo repetí tantas veces que incluso llegué a creérmelo un poco. Y ahora vuelves y mis viejas heridas sangran tanto que inundan un alma que creyó haberte olvidado. Y tú seguirás con tu vida, como siempre, ajeno al desastre que siempre dejas allá por donde pasas. Y yo seguiré la mía, deseando despertarme una mañana y darme cuenta de que el tiempo ha vuelto atrás, y volvemos a ser quienes fuimos, o quienes soñé que un día seríamos.

4 comentarios:

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  2. Quizá el problema fué... que realmente "nunca fuisteis", aunque joder! tenia toda la pinta de que sí.

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    1. Fuimos, claro que fuimos. Todos mis recuerdos existen y corresponden a momentos que vivimos.
      Tal vez no fuimos lo que crees, tal vez no fuimos lo que esperaba, tal vez no fuimos lo que necesitábamos, pero ser, fuimos. Y fuimos mucho.

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