lunes, 17 de julio de 2017

Vorágine


Eres como el peor de los virus. Un auténtico herpes. Nunca desapareces, por más veces que intente borrarte de mi vida. Buscas el menor resquicio de mi vida a tu alcance para acantonarte y esperar el momento oportuno.
Esperas a que mis defensas bajen un poco, esperas a que aparezca la más pequeña fisura para desaparecer de nuevo.
Levantas ampollas. Haces heridas. Ardes. Quemas. Escueces. Y después de ese dolor tienes la indecencia de volver a desaparecer, de replegarte de nuevo debajo de mi piel y hacer como si nada hubiese pasado; hasta que encuentres un nuevo momento para atacar.

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