domingo, 22 de abril de 2012

This time something could change

Es una de esas veces en las que tienes tanto que decir, que no sabes por donde empezar. Y que en realidad da lo mismo, porque sabes que tampoco serías capaz de hacerlo.
Una de esas veces que las palabras se te quedan atascadas en la garganta, junto a un millón de lágrimas, y te preguntas a dónde demonios se fue la confianza que había hace unos meses, cuando podíais decir cualquier cosa sin miedo.
Y entonces te encuentras desperdiciando oportunidades, negando la evidencia. Resignándote a callarte todo lo que te quema por dentro, para no levantar más astillas en algo que cada vez parece estar más a punto de romperse. Dejando que lo silencios formen frías colonias en tus pulmones, robándote el sueño y la sonrisa.
Porque en el fondo, aunque sabes perfectamente que no es así, tienes la esperanza de que si eres lo suficientemente paciente, y eres capaz de aguantar un poco más, todo desaparecerá, será como si nada hubiese pasado nunca, y las cosas volverán a ser sencillas. Volverá a ser sencillo respirar, y no habrá ningún comentario mordaz que corte tus palabras. Volverás a sonreír casi sin darte cuenta, y tus ojos recuperan ese brillo que se apaga con cada rechazo.
Así que decides aferrarte a eso, y vuelves a esconder todo tu orgullo y tus palabras. Y te comportas como deberías hacerlo. Tienes paciencia y respetas los silencios. Y esperas. Sigues esperando, el tiempo que haga falta. Porque las situaciones cada vez se parecen más a lo que ya conoces, y sabes dónde acabará esta historia, pero te niegas a aceptarlo.
Porque nada puede quitarte la esperanza de que esta vez sea diferente.
~Triss

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